Quim abre su propio blog
Etiquetas: NoticiasQue a Quim le gusta escribir, la moda, la fotografía y el arte en general es algo que todos sus seguidores ya sabíamos, pero a partir de ahora, dejará sus gustos en su propio blog.
Disponible a partir del 22 de Marzo, Quim, a su manera, explica que podremos encontrar en él:
ProductPlacement: técnica publicitaria que consiste en la inserción de una marca, producto o mensaje dentro de la narración de un programa..
Qué ocurre si el programa lo dirijo yo y el producto son las cosas que me gustan y las inserto porque quiero y de la forma que quiero? En http://www.thejoaquimplacement.com
Voy a enseñar chaquetas que me compro, calcetines que me regalan, tomates Raff o sillas holandesas de postguerra.
Retratos de gente que me gusta y todo aquello que me parezca estéticamente reseñable.
Para bien o para mal, todas las imágenes que aparezcan en http://www.thejoaquimplacement.com las he tomado yo.
GQ se interesa por el nuevo proyecto de Quim y le hace algunas preguntas:
GQ: Estás en la cresta de la ola y aún así te reinventas. Se
diría que sigues los preceptos de Mark Zuckerberg de “Cuando algo está
bien, cámbialo”
QUIM GUTIÉRREZ: (Risas) Es que cuanto más trabajo, más creativo me pongo, (casi) como dice la canción. Me parece que tiene que ver con cumplir 30 años y con activar cosas que estaban latentes. Una vez atravesada esa barrera de edad, he superado el miedo de no ser el mejor en todo y ahora me arriesgo a hacer lo que me apetece, como el blog que abrí en Vogue hace un par de años o el proyecto que me ocupa ahora.
QUIM GUTIÉRREZ: (Risas) Es que cuanto más trabajo, más creativo me pongo, (casi) como dice la canción. Me parece que tiene que ver con cumplir 30 años y con activar cosas que estaban latentes. Una vez atravesada esa barrera de edad, he superado el miedo de no ser el mejor en todo y ahora me arriesgo a hacer lo que me apetece, como el blog que abrí en Vogue hace un par de años o el proyecto que me ocupa ahora.
GQ: ¿Por qué la fotografía?
Q.G: Siempre he sido un gran consumidor de imágenes desde que estudié Historia del Arte en Humanidades y también al empaparme de las revistas de muebles que vi en casa de una novia que tuve a los 20. Ha pasado mucho tiempo, pero por fin he decidido hacer la transición, por patosa que sea, de algo que te gusta a encargarte tú mismo.
GQ: ¿Cuándo reparaste en que esto iba a ser serio?
Q.G: Hace un año más o menos me hice con un equipo de flash y no he parado de retratar gente, ropa, muebles y cosas que me encuentro en los sitios a donde voy.
GQ: ¿Cuál es la periodicidad que le vas a dar a las publicaciones?
Q.G: Pues la debo acomodar a mi ritmo de trabajo, pero voy a intentar que sea por lo menos una actualización a la semana. Ten en cuenta que cuando haga fotos con analógica tengo que revelar, escanear, etc…
GQ: ¿Manejas muchas cámaras?
Q.G: La primera que me desató la fiebre fue una Polaroid como aquella que solía usar Warhol que se doblaba sobre sí misma y que compré en una tienda de debajo de mi casa (después comencé a buscar más polaroids por internet). La Olympus analógica que suelo llevar siempre conmigo es una que utilizaba mi padre y que yo utilizaba a las colonias. También tengo una Pentax 67 como la que usaba Bruce Webber en los 90. De hecho tengo una buena anécdota con él.
GQ: No te cortes…
Q.G: Pues el caso es que me lo encontré en una fiesta de cumpleaños de Almodóvar a la que acudí hace tres años. Era un señor con un turbante blanco pequeñito en la cabeza que parecía una especie de Papá Noel hippy. Cuando me vio, me apartó y dijo que quería fotografiarme porque le habían llamado la atención mis dientes separados, por lo que me retrató sonriendo. A la salida me volvió a abordar y me dijo:
-“Don’t ever touch your teeth (No te toques nunca los dientes)”.
-“I won’t if you say so (No lo haré si tú lo dices)”.
Q.G: Siempre he sido un gran consumidor de imágenes desde que estudié Historia del Arte en Humanidades y también al empaparme de las revistas de muebles que vi en casa de una novia que tuve a los 20. Ha pasado mucho tiempo, pero por fin he decidido hacer la transición, por patosa que sea, de algo que te gusta a encargarte tú mismo.
GQ: ¿Cuándo reparaste en que esto iba a ser serio?
Q.G: Hace un año más o menos me hice con un equipo de flash y no he parado de retratar gente, ropa, muebles y cosas que me encuentro en los sitios a donde voy.
GQ: ¿Cuál es la periodicidad que le vas a dar a las publicaciones?
Q.G: Pues la debo acomodar a mi ritmo de trabajo, pero voy a intentar que sea por lo menos una actualización a la semana. Ten en cuenta que cuando haga fotos con analógica tengo que revelar, escanear, etc…
GQ: ¿Manejas muchas cámaras?
Q.G: La primera que me desató la fiebre fue una Polaroid como aquella que solía usar Warhol que se doblaba sobre sí misma y que compré en una tienda de debajo de mi casa (después comencé a buscar más polaroids por internet). La Olympus analógica que suelo llevar siempre conmigo es una que utilizaba mi padre y que yo utilizaba a las colonias. También tengo una Pentax 67 como la que usaba Bruce Webber en los 90. De hecho tengo una buena anécdota con él.
GQ: No te cortes…
Q.G: Pues el caso es que me lo encontré en una fiesta de cumpleaños de Almodóvar a la que acudí hace tres años. Era un señor con un turbante blanco pequeñito en la cabeza que parecía una especie de Papá Noel hippy. Cuando me vio, me apartó y dijo que quería fotografiarme porque le habían llamado la atención mis dientes separados, por lo que me retrató sonriendo. A la salida me volvió a abordar y me dijo:
-“Don’t ever touch your teeth (No te toques nunca los dientes)”.
-“I won’t if you say so (No lo haré si tú lo dices)”.
GQ: ¿Es tu mayor referente?
Q.G: Sí, bueno. También me gustan mucho Inez Van Lamsweerde and Vinoodh Matadin, habituales de W y Vogue Paris; Rinko Kawauchi, que retrata naturalezas y fuegos artificiales que me flipan; Saul Leiter, un fotógrafo judío francés muy célebre en los años 50 abonado a Harper’s Bazaar... Y también soy bastante fan de la revista Self Service.
GQ: ¿Fue idea tuya meterte en todo esto o te contagió alguien el gusanillo?
Q.G: Fue idea mía. Siempre he sido un gran consumidor de fotos y un gran defensor del papel. Compro cantidad de revistas. Eso en cuanto a formato físico. Después, en internet, me di cuenta de que echaba en falta una página que mezclara los contenidos que a mí me gustaban. Defiendo a muerte The Sartorialist, pero es cierto que no hay muchos blogs masculinos que estén alineados con él. Soy actor y simplemente voy a hacer lo que me gusta. Y si a alguien le interesa mirarlo, pues mucho mejor, pero mi idea es ir con mucha humildad.
GQ: ¿Has tenido formación al respecto?
Q.G: Lo cierto es que he sido bastante autodidacta, pero también he contado con la ayuda de una magnífica y paciente profesora francesa llamada Jael Levi.
GQ: ¿Crees que algún día podrías llegar a ganarte la vida con la foto?
Q.G: Soy actor desde los 20 años y me tiemblan las piernas con solo pensar que alguien podría pagarme por hacer otra cosa.
Q.G: Sí, bueno. También me gustan mucho Inez Van Lamsweerde and Vinoodh Matadin, habituales de W y Vogue Paris; Rinko Kawauchi, que retrata naturalezas y fuegos artificiales que me flipan; Saul Leiter, un fotógrafo judío francés muy célebre en los años 50 abonado a Harper’s Bazaar... Y también soy bastante fan de la revista Self Service.
GQ: ¿Fue idea tuya meterte en todo esto o te contagió alguien el gusanillo?
Q.G: Fue idea mía. Siempre he sido un gran consumidor de fotos y un gran defensor del papel. Compro cantidad de revistas. Eso en cuanto a formato físico. Después, en internet, me di cuenta de que echaba en falta una página que mezclara los contenidos que a mí me gustaban. Defiendo a muerte The Sartorialist, pero es cierto que no hay muchos blogs masculinos que estén alineados con él. Soy actor y simplemente voy a hacer lo que me gusta. Y si a alguien le interesa mirarlo, pues mucho mejor, pero mi idea es ir con mucha humildad.
GQ: ¿Has tenido formación al respecto?
Q.G: Lo cierto es que he sido bastante autodidacta, pero también he contado con la ayuda de una magnífica y paciente profesora francesa llamada Jael Levi.
GQ: ¿Crees que algún día podrías llegar a ganarte la vida con la foto?
Q.G: Soy actor desde los 20 años y me tiemblan las piernas con solo pensar que alguien podría pagarme por hacer otra cosa.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario